Melania y Donald Trump regresaron al puesto de presidente y primera dama de Estados Unidos, acaparando las miradas del mundo entero, convirtiéndose, una vez más, en una de las parejas más poderosas. Su historia se remonta a hace casi 30 años, cuando el magnate tenía 52 años y ella apenas 28.
Se conocieron a finales de la década de los noventas cuando él se estaba divorciando de su segunda esposa, Marla Maples, y ya tenía cuatro hijos, mientras que ella era una joven de Eslovenia que acababa de mudarse a Nueva York y se abría camino por el mundo del modelaje.
La llegada de Melania Trump a Nueva York
Según cuenta Melania Trump en su libro autobiográfico ‘Melania’, ella llegó a Nueva York cuando tenía 26 años. “Había tomado la decisión de poner a prueba mis habilidades en el mercado de modelos estadounidense. Había riesgos, sí, pero sentía una sensación de confianza. Sabía que podía tener éxito. Así que empaqueté todo lo que tenía en mi piso de París, me reuní con un agente en Milán, me despedí de mi familia en Eslovenia, y me desearon buena suerte en Estados Unidos”, relata en un extracto de la biografía publicada por The Times.
Narró que a su llegada a ‘La Gran Manzana’ se llevó una enorme sorpresa por el lujo y la vitalidad de dicha ciudad. “Mi agencia me envió una limusina, que exudaba elegancia. Sentí una sensación inmediata de comodidad y tranquilidad. Aun así, me parecía que la vitalidad de Manhattan era abrumadora… Pero sabía que ese era el lugar donde debía estar”.
La modelo contó que días después de llegar a Nueva York comenzó su misión de darse a conocer en la ciudad, y fue gracias a su esfuerzo, profesionalismo y puntualidad, los que le hicieron ganar clientes poco a poco.
Su trabajo duro y entusiasmo la llevaron a mudarse a su propio departamento en Park Avenue, sin embargo, el verdadero cambio de vida llegaría poco después.
Cómo se conocieron Melania y Donald Trump
En 1998, dos años después de su llegada a la ciudad estadounidense, fue invitada a una fiesta durante la Semana de la Moda en Nueva York, organizada por Paolo Zampolli, en la que asistieron muchas modelos de su agencia ID Models, incluyendo a Melania Knauss.
“En cuanto llegué, me acerqué a mi amiga y la vi saludar a alguien. Se trataba de un hombre y una atractiva rubia. ‘Soy Donald Trump’, me dijo y yo reconocí su nombre. Sabía que era un hombre de negocios. Me extendió su mano, le dije mi nombre y sus ojos se llenaron de curiosidad. Se sentó a mi lado, inició una conversación y me preguntó por mi vida, pero no quise involucrarme demasiado por su bella compañía”, explicó Melania en su libro.
A pesar de la fuerte atracción que sintió hacia Donald Trump en ese momento, la acompañante del empresario la hizo rechazarlo la primera vez.
“La música estaba alta y la multitud bulliciosa. Había mucha actividad a nuestro alrededor, pero su concentración en nuestra conversación me hizo sentir como el centro de su mundo. Me sentí atraída por su energía magnética…. Y cuando su acompañante se fue por un momento, él me pidió mi número de teléfono. Rechacé educadamente su propuesta y quedó un poco sorprendido. Entonces le dije ‘dame tú tu numero’. Él llamó a su guardaespaldas y me dio una tarjeta diciéndome ‘llámame’”, añadió.
La hoy primera dama de Estados Unidos reveló que al día siguiente viajó al Caribe, sin embargo, no podía dejar de pensar en Donald Trump. “Creo que Donald apreció mis conocimientos y experiencias y quizá me vio como a una persona con la que podía tener conversaciones profundas. Así que le llamé, pero como no respondió, le dejé un mensaje. Incluso le dije ‘ojalá que esa noche haya acabado bien tu cita’, en forma de broma. Y esa tarde me llamó”.
El romance entre Melania y Donald Trump
Melania y Donald Trump siguieron hablando por teléfono, y poco después él la invitó a su casa en Bedford, donde el magnate le reveló que estaba pasando por un proceso de divorcio de su segunda esposa.
“Me confesó que estaba pasando por un proceso de divorcio con su segunda mujer. Y aunque él tenía 52 y yo 28, sentí una conexión”, explicó.
Así, poco a poco comenzaron a salir. Primero se trató de un romance secreto, pero decidieron exponerlo al público.
Su relación fue revelada en el reality show ‘The Apprentice’ en 2004.
Al principio, la prensa acusaba a Melania de ser una “cazafortunas”, sin embargo, ella reveló que le estaba yendo muy bien como modelo y fácilmente podría haber amasado su propia fortuna y conseguir al famoso que quisiera.
Se casaron en Palm Beach, Florida el 22 de enero de 2005, luego de varios años de noviazgo. Melania lució un vestido de John Galiano para Dior de más de 200 mil euros.
El 20 de marzo de 2006 le dieron la bienvenida a su primer y único hijo en común, Barron Trump.
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