El día que Michelle Salas habló por primera vez sobre Luis Miguel
De primera impresión es una niña, pero la visión que tiene de la vida demuestra una madurez de adulto. Su carisma prevalece sobre cualquier otro rasgo y su sonrisa se convierten en la seña de identidad que no deja lugar a dudas de quién es su padre. Nació el 13 de junio de 1989 a las 6:00 pm en el Hospital Español de la ciudad de México.
Como buena Géminis es fascinante, inteligente e independiente, tanto que tomó la decisión de abrirse de capa con Quién para hacerle saber a su padre y al mundo su sentir hacia él: “Ya no quiero que me compadezcan por ser la hija no reconocida de Luis Miguel cuando él sabe que existo.”
¿Cómo recuerdas tu infancia?
Súper padre, llena de travesuras y con muchísimos viajes y regalos. Las Navidades la pasábamos todas juntas en casa de mi abuela Pinal. Fui una niña rodeada de cariño.
Cuéntanos, por ejemplo, un cumpleaños
Me festejaban todos. Me llevaban la feria entera al jardín de la casa, regalos sorpresa, era increíble. Un día me disfrace de Bella, la de la Bella y la Bestia.
¿Cuál ha sido tu regalo preferido?
Todo lo de las Barbies: la casa, el crucero, el coche… También amaba las películas de Disney. La Sirenita, Blanca Nieves y los Siete Enanos me encantaban.
Entonces, ¿eras una joven muy consentida?
Sí, cañón. Pero es lógico: soy la primera hija, la nieta más grande, la única bisnieta de Silvia Pinal. De chiquita me la vivía en cruceros y a los cinco años me llevaron a París, Londres, España.
¿Tuviste mascotas?
Muchos perros dálmatas. Mi mamá se trajo uno de Nueva York, lo cruzaron y nacieron ocho cachorritos. Mi preferido se llamaba Elvis y le sacó un ojo al perrito de mi abuela Pinal. Le tuvieron que poner un ojo de canica. También tuve pescados que siempre se me morían, una rana que se me escapó y tortugas que siempre se comían los perros. Lo único que nunca me dejaron tener fue un conejo porque mi mamá no quería.
Platícanos la travesura más grande que hayas hecho, por la que te pusieron el peor castigo
Siempre me ponían castigos pero nunca me los cumplían porque me portaba perfecto una semana y se les olvidaba lo que había hecho. De lo más grueso que he hecho fue agarrar un coche de la casa y chocarlo.
Eres una chica muy tenaz y rebelde
Cuando me propongo algo lo logro. Por ejemplo, si en una tienda veo algo y en ese momento no lo puedo comprar, lo aparto y como sea consigo el dinero y regreso por él. Lo malo es que quiero muchas cosas en mi vida y no concreto nada, dejo todo a medias.
¿Cuál consideras tu peor defecto?
Soy muy berrinchuda y me frustro con facilidad. Si me dicen que nos vamos de viaje y no vamos, me pongo mal. Siempre me han dado todo. También odio que no me dejen hablar. No soporto cuando un maestro o mi mamá me regañan y no me escuchan.
¿Cómo es la relación con tu mamá, Stephanie Salas?
Buena, nos llevamos bien aunque ella ha tomado su rumbo y yo el mío y queremos y hacemos cosas diferentes. Me siento más ligada a mi abuela Silvia Pinal (aunque es su bisabuela, le dice así de cariño).
La llegada de tu hermanita Camila luego de siete años, ¿fue difícil?
Sí, algo cambió con mi mamá cuando ella nació, pues a pesar de que yo estaba chica, era muy celosa y Camila acaparó toda la atención; todo era para ella pero… ya nos llevamos bien.
¿De quién es hija Camila Valero Salas?
Sin comentarios… No sé, bueno si sé pero… no me gusta hablar de ese sujeto. Es curioso, ninguna de las dos salimos a mi mamá. Mi hermana y yo somos de cabello más güero y más morenonas.
El talento artístico te viene de familia: tu abuela (Silvia Pasquel), bisabuela (Silvia Pinal), mamá (Stephanie Salas), tía (Alejandra Guzmán) y papá (Luis Miguel). ¿Piensas continuar con la tradición?
No quiero entrarle a nada de eso pues me parece importante prepararme. Si me meto en el rollo del espectáculo me voy a enganchar y ya no me voy a poder zafar. Sé que me viene de sangre, sin embargo me gustaría dedicarme a la arquitectura o el diseño. Los negocios también me atraen.
¿Con qué sueñas?
Con tener una familia sólida, no una de mentirita; con no dejar las cosas a medias en mi vida; con casarme y no divorciarme, ¡ah! y no quiero depender de mi esposo.
Suenas muy independiente
Sí. Voy a hacer primero lo mío y una vez que esté establecida conoceré a alguien que también tenga sus cosas, porque tampoco voy a mantener al güey. Y no quiero una pareja famosa. No me gusta agarrarme de la fama de nadie. Digamos que deseo romper con la cadena de relaciones no fructíferas de todas las mujeres de mi familia.
¿Hay algo de tu vida que cambiarías?
No la cambiaría, le agregaría cosas. Me hubiera encantado que mi mamá estuviera casada y tuviera un matrimonio de años… y bueno, obviamente saben lo que le agregaría.
‘ Este Articulo puede contener información publicada por terceros, algunos detalles de este articulo fueron extraídos de la siguiente fuente: www.celebrity.land ’