El repiqueteo de los escudos y los gritos de guerra llenaron el aire brumoso cuando los guerreros levantaron sus espadas. Cerca, los gladiadores lucharon entre sí por sus vidas.
Un festival que contó con recreaciones históricas devolvió la vida a la antigua época romana este mes cerca de un tranquilo pueblo en el sur de Rumania, evocando una época en la que el área era parte de las provincias dacias más orientales del Imperio Romano.
En un descampado cercano al pueblo de Resca, los vecinos de la localidad observaban con diversión, fascinación y orgullo a los recreadores disfrazados. Muchos se identifican con las antiguas tribus que asaltaron las fronteras exteriores del Imperio Romano, desencadenando lo que se conoció como las Guerras Dacias del Emperador Trajano.
“¡Vengo aquí porque esto es lo que fluye por mis venas, la sangre dacia!” dijo Edi Schneider, un minero de carbón retirado convertido en escultor que se describe a sí mismo como un “dacio libre”.
El área alrededor de Resca sigue siendo estratégicamente importante. En estos días, alberga un sitio de defensa antimisiles estadounidense mientras la guerra continúa en la vecina Ucrania.
Para los organizadores del festival, el objetivo principal de la reunión anual es promover el patrimonio cultural local y educar a la gente sobre los hechos históricos. Los expertos ven una glorificación excesiva de los dacios como luchadores por la libertad y héroes, lo que ha alimentado el nacionalismo entre los rumanos comunes.
Atenerse a los hechos significaba demostrar que los romanos ganaron las dos guerras dacias. Esto fue una decepción para muchos de los espectadores que vitorearon a los dacios durante los enfrentamientos épicos recreados entre los antiguos enemigos.
Catalin Draghici, historiador y coordinador de Historia Renascita, un grupo que organiza recreaciones de la época prerromana y romana en Rumania, describió el festival cerca de Resca como una “lección práctica de historia”.
Los organizadores del festival fueron fieles a otros detalles, como el color y las formas de los escudos, armas y cascos romanos. Los participantes que representaban a las tribus dacias se cubrieron con pieles de animales mientras se reunían alrededor de las hogueras.
Los recreadores no se detuvieron en el cumplimiento de sus roles. Un hombre cayó a un pequeño río mientras peleaba y pareció disfrutarlo. Para Schneider, un viaje al pasado también era una buena forma de liberarse del estrés de la vida moderna.
“Es hermoso”, dijo. “Te desconectas de todo lo que sucede en el mundo real, en la jungla urbana”.
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