Badu trae todo su ser a Bali: mente, cuerpo, espíritu, incluso su, ejem, aroma. ‘La leyenda urbana es que mi coño hace que la gente cambie de trabajo y de Dios. Bueno, ahora puedes olerlo. Todo el mundo puede tenerlo”, dice, haciendo referencia a ‘Badu Pussy’, el incienso con aroma a vagina que lanzó durante el confinamiento y que elabora con las cenizas de su ropa interior. ‘La gente se lo merece. Y huele genial. Cada vez que lo dejo, se agota en un día. También tiene planes para una nueva fragancia: ‘Se llama Morning Wood. “Es tan hermoso como Badu Pussy, pero después de Badu Pussy viene Morning Wood”, se ríe.
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