Sin embargo, el Consejo de Estado ha planteado seis puntos de preocupación respecto del proyecto de ley:
1. Se centra únicamente en lugares de entretenimiento con casinos, lo que contradice la política del gobierno de promover destinos turísticos integrales con otras características que incluyen parques acuáticos, parques de diversiones, centros comerciales, conciertos, festivales y eventos deportivos de clase mundial.
2. Si el proyecto de ley se centra únicamente en los “complejos de entretenimiento”, debe definir claramente qué constituye un complejo de entretenimiento. ¿Se refiere a hoteles, establecimientos de servicios, restaurantes, etc? Dado que cada una de estas actividades ya está regulada por leyes específicas, no es necesaria una nueva ley sobre esta materia, ya que crearía redundancia.
3. El estudio de la Cámara de Representantes sobre complejos de entretenimiento dice que abordarán el tema del juego ilegal. Sin embargo, la definición pública de complejo de entretenimiento cubre una variedad de actividades recreativas, no un lugar diseñado específicamente para juegos de azar. Además, los establecimientos de entretenimiento ya están regulados por leyes. El problema del juego ilegal en estos lugares surge de la violación y aplicación laxa de las leyes existentes. Por lo tanto, no está claro cómo el proyecto de ley propuesto resolverá la cuestión del juego ilegal.
4. Si el gobierno busca abordar el juego ilegal o legalizar el juego en establecimientos de entretenimiento, podría actualizar o enmendar la Ley de Juego existente (1935) para abordar el problema de manera más efectiva, en lugar de centrarse en regular el establecimiento y la gestión de complejos de entretenimiento.
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