DESPUÉS de cumplir 21 años en una cama de hospital, Christa Sierra decidió cambiar sus costumbres. Christa, de San Marcos, Texas, había luchado con su peso toda su vida y le diagnosticaron diabetes cuando era adolescente. A los 21 años contrajo MRSA y la estancia en el hospital la impulsó a cambiar. El peso de Christa se había disparado a más de 400 libras y dependía de un andador antes de trabajar en su nutrición y desarrollar fuerza para luego hacer ejercicio. Cinco meses después de su viaje de pérdida de peso, su mamá Georgia, su papá Jonny y sus hermanos Austin y Jarred también se inspiraron para perder peso y juntos la familia perdió 560 libras. La propia Christa ha perdido 198 libras y está calificada como entrenadora personal, ayudando a otros a ponerse en forma también. Christa le dijo a Truly: “El fitness se ha convertido en una parte muy importante de mi vida y me encanta porque siento que me salvó”.
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