El pasado martes 7 de mayo, los ojos de Europa se posaron en Malmö, Suecia, donde se llevó a cabo la primera semifinal del emblemático concurso de Eurovisión 2024.
Quince países competían por el codiciado pase a la gran final del próximo sábado, un evento que promete mantener a toda Europa pegada al televisor. El espectáculo no se hizo esperar, con actuaciones deslumbrantes de los países aspirantes a clasificarse.
Pero la verdadera sorpresa llegó con la apertura de la gala, donde Eric Saade, Eleni Foureira y Chanel cautivaron al público con sus icónicas interpretaciones, recordando los momentos de gloria que vivieron en ediciones pasadas del Festival de la Canción. Una apertura electrizante que no dejó indiferente a ningún eurofan, especialmente con la actuación y el baile de Chanel que estuvo magnífica.
No obstante, el brillo de la noche se vio empañado por la polémica generada en torno al gesto de Eric Saade. El cantante sueco, portando un pañuelo palestino en su muñeca izquierda, expresó su solidaridad con el pueblo palestino, desafiando la supuesta neutralidad política del evento.
Esta acción valiente, aunque controvertida, fue el gesto que Saade decidió llevar a cabo durante su actuación en la primera semifinal de Eurovisión 2024.
Sin embargo, la organización del evento decidió censurar esta muestra de apoyo político, vetando la actuación de Saade y omitiéndola en las redes oficiales del concurso. Incluso la televisión pública sueca se sumó a las críticas, calificando el acto del cantante como “triste” y desaprobando su decisión de politizar su participación.
La controversia no tardó en propagarse, con la organización del festival expresando su indignación ante la supuesta violación de las bases del concurso, las cuales establecieron un carácter apolítico para el evento. “Todos los artistas son informados de las reglas del concurso”, lamentaron los organizadores.
En redes sociales, en cambio, eran numerosas las opiniones que elogiaban al cantante por la valentía de su gesto. Mas cuando el cantante Eric Saade había dicho anteriormente que estaba participando en la apertura del festival como protesta por la participación de Israel en el evento.
También había afirmado que tendría algún gesto en recuerdo del pueblo palestino ya que el cantante sueco tiene este origen. En declaraciones anteriores ya se había mostrado muy crítico: “La organización de Eurovisión por parte de la EBU es vergonzosa. No permiten ningún símbolo palestino dentro del Arena, mientras que los símbolos que representan cualquier otra etnia son bienvenidos”, manifestaba el artista.
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