Durante un interrogatorio en el juicio de Donald Trump, Emil Bove, abogado de Trump, escudriñó los antecedentes profesionales de Keith Davidson. Conocido por su participación en casos de “atrapar y matar” con celebridades como Stormy Daniels y Karen McDougal, la integridad de Davidson estaba bajo la lupa en esta fase crítica del juicio.
Bove trató de presentar a Davidson como moralmente ambiguo, sacando a colación asociaciones pasadas y cuestionando su conducta ética.
Preguntó: “¿Qué significa para usted la palabra extorsión?”. Davidson, manteniendo la compostura, la definió como “Es la obtención de propiedad mediante amenaza, miedo o fuerza”, negando cualquier mala conducta personal.
La discusión pasó entonces al pasado legal de Davidson, tocando su supuesto intento de extorsionar a Hulk Hogan durante un escándalo relacionado con un artículo de Gawker de 2012 y el vídeo sexual de Hogan, que Davidson negó rotundamente.
Bove también sacó a colación un episodio en el que TMZ reveló detalles sobre la rehabilitación de Lindsey Lohan, supuestamente con la ayuda de Davidson. La cautelosa respuesta de Davidson fue: “No lo recuerdo”.
Nuevos casos al descubierto
A medida que se intensificaba el interrogatorio, Bove ahondó más y sacó a relucir otros casos, como el vídeo sexual de la estrella de telerrealidad Tila Tequila y los tratos financieros con el actor Charlie Sheen.
Davidson admitió algunos acuerdos pero negó cualquier coacción o trato financiero ilegal en relación con Sheen.
A pesar de los intentos de Bove por desacreditarle, Davidson citó su experiencia defendiendo a más de 1.500 clientes, lo que, argumentó, podría hacer que algunos detalles de casos más antiguos fueran menos vívidos, admitiendo: “No recuerdo un acuerdo de hace 13 años.”
Antes, la fiscalía se había acercado desde otro ángulo, preguntando a Davidson sobre su papel en los esquemas de dinero subrepticio en el centro de las acusaciones contra Trump.
Detalló sus tratos con Michael Cohen, el exabogado de Trump, y con ejecutivos de National Enquirer, centrándose en silenciar las acusaciones sobre los encuentros pasados de Daniels y McDougal con Trump. El testimonio de Davidson puso de relieve una red de decisiones discretas y de alto riesgo.
Trump, acusado de 34 cargos de falsificación de registros comerciales -cargos que él niega-, sigue en el centro de esta controversia, negando rotundamente cualquier relación con Daniels o McDougal.
El juicio de Trump se tambalea entre la exposición de supuestas transacciones encubiertas y la evaluación de la conducta de los implicados en estas polémicas centradas en celebridades.
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