En años anteriores, Dolly Parton admitió que ya no sale de casa con tanta frecuencia como antes. Aunque sigue siendo una figura activa en la industria del entretenimiento, ha optado por centrarse más en su vida personal.
Este cambio se produce después de que a su marido, Carl Dean, le diagnosticaran la enfermedad de Alzheimer en 2019.
Concluyó su duodécima y última gira de conciertos como cabeza de cartel en 2016, que abarcó 60 espectáculos en varios lugares.
“He pasado toda mi vida haciendo giras y actuando, y eso requiere mucho tiempo y energía”, compartió Dolly. “Ahora prefiero quedarme un poco más cerca de casa para apoyar a mi marido y apreciar el tiempo que pasamos juntos”.
A lo largo de su largo matrimonio, Dolly, de 76 años, y Carl, de 80, que se conocieron en Nashville en 1964 cuando ella tenía 18 años, han llevado vidas tremendamente independientes.
“Es un chico de campo, le encanta trabajar en sus tractores, pavimentaba asfalto”, dice Dolly, quien nunca exigió que Carl se uniera a ella en el centro de atención del mundo del espectáculo. “Le gusta la privacidad, y nunca lo haría en un millones de años hacen una entrevista”.
La pareja, que había elegido vivir una vida sin hijos, apreciaba el tiempo que pasaban juntos. A menudo se embarcaban en largos viajes por carretera a través de los diversos paisajes de Estados Unidos en su querida casa rodante, creando recuerdos preciados a lo largo del camino.
Durante estas vacaciones con su compañero Carl, Dolly abrazó una refrescante sensación de libertad y optó por renunciar a sus pelucas, maquillaje y vestimenta elegante habituales.
Esta transformación les permitió sumergirse en experiencias auténticas, explorar la impresionante belleza de los parques nacionales, pasear por encantadoras tiendas de antigüedades llenas de tesoros escondidos y saborear deliciosas comidas en las barbacoas locales.
“[Carl] Es genial, nos llevamos muy bien y nos divertimos mucho juntos”, dijo Dolly en ese entonces. “Él me hace reír todo el tiempo. Es una de las cosas que nos ha mantenido unidos todo este tiempo”.
Los problemas de salud de Carl, que al parecer también incluyen presión arterial alta y corazón débil, han cambiado la dinámica de su matrimonio.
“Ya no son tan activos físicamente como antes. Carl no se subirá al auto y estará listo para una aventura como solía ser.
“Se llama desacelerar; él confía más en Dolly y el personal estos días, pero Dolly dice que es mejor que la alternativa”, confió una fuente, quien señala que Dolly es “ferozmente reservada sobre su vida personal y protectora con Carl”.
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