La vida de Silvia Hughes ha sido una montaña rusa de experiencias. Entre ellas, hay una que la ha marcado profundamente. Silvia es actriz y nació en Argentina. En el año 2010, recibió una llamada de su agencia donde le comunicaron que había sido escogida como figurante en ‘La piel que habito’. La película estaba dirigida por Pedro Almodóvar y sus protagonistas eran Antonio Banderas y Elena Anaya.
El primer día de rodaje discurrió en un cementerio de Toledo. Había otros figurantes. Le dijeron que se colocaran alrededor de la tumba. Acto seguido, un chico de producción la lleva aparte y le dice: «Le gustaste mucho a Pedro (Almodóvar) y te va a dar texto». Silvia Hughes no podía creer lo que estaba sucediendo. Ni en sueños imaginó que algo tan bueno podía pasarle.
Oportunidad única
Cuando le tocó rodar la escena con Banderas estaba hecha un flan. Pedro Almodóvar le marcó lo que tenía que hacer: «Ve hasta Antonio, abrázalo y dile: ‘No tengo palabras’». Antonio consiguió que Silvia se calmara y todo salió bien. Por allí había seis o siete figurantes más que también rodaron ese día. ¿Su papel? Darle el pésame a Antonio Banderas. Sin embargo, cuando la película se estrenó, Silvia descubrió que esas tomas del cementerio no aparecían y solo quedó la suya con el actor malagueño.
Silvia fue a rodar un día más. No tenía texto pero sí le hicieron un primer plano en una escena determinada. Fue entonces cuando observó que había un chico que hacía fotos todo el tiempo. En uno de los cortes del rodaje, se acercó a hablarle y le pidió sus datos. Ella no tenía ni idea de quién era hasta que la llamó unos días más tarde. Se trataba de un periodista de Toledo a quien autorizaron a entrar durante la grabación. Lo que hizo fue enviarle las fotos del backstage.
Todas las películas de Pedro Almodóvar reciben mucha atención de los medios cuando se estrenan. Ocurrió lo mismo con ‘La piel que habito’. A Silvia le hicieron muchas entrevistas. Su escena llamó la atención. Ella compartió algunos enlaces en redes sociales y fue entonces cuando un periódico argentino la contactó. Empezó una rueda de intervenciones en los medios de su país. Al punto que la contactó un manager: «Me dijo que varios medios importantes de mi país querían entrevistarme. Me había especial ilusión participar en un programa que se emitía por las mañanas en televisión, AM», explica Silvia a ABC.
Diva en su tierra
Silvia aceptó el ofrecimiento del manager y viajó a Argentina donde era conocida: «Había formado parte de un grupo musical que se llamaba ‘Las primas’ y en eso se apoyaron los medios para presentarme. Resaltaban que una ex integrante de ‘Las primas’ rodó con Banderas. También decían que era la nueva chica Almodóvar y yo respondía que no, que chica Almodóvar era Cecilia Roth no yo, que para eso, si llegaba a ocurrir, faltaba mucho todavía».
Lo cierto es que Silvia fue a Argentina para un mes y se quedó cuatro. Y ahí ocurrió otra cosa mágica. Un manager de actores le propuso hacer temporada en ‘Mar del Plata’. Estaba feliz pero tuvo que rechazar la propuesta: «Mi novio de entonces, no paraba de llamarme diciéndome lo mucho que me echaba de menos, que volviera a Madrid. Fue tanta la insistencia, y yo estaba tan enamorada, que como una tonta regresé. Fue llegar a casa y él me dijo que estaría fuera durante un mes porque tenía trabajo en Nueva York. Me deprimí y durante días no salí de la cama».
Ante el bajó emocional, Silvia Hughes decidió que estaría bien hacer algo para remontar. Se apuntó a un curso de Interpretación a la cámara que impartía Andrés Cuenca: «El primer día de clase, Andrés estaba en la puerta dando la bienvenida a los alumnos. Cuando llegó mi turno, me llamó por mi nombre. Yo pensé que eso era algo bueno pero me equivoqué». En este punto hay que señalar que la empresa donde trabaja Andrés, Globomedia, tiene vínculos con Almodóvar porque uno de sus integrantes es su director de casting.
La mirada de Andrés Cuenca sobre Silvia llamó la atención del resto de alumnos, así que todos fueron testigos de lo que ocurrió. Estas fueron sus palabras hacia la actriz argentina: «Lo primero que me dijo es que Pedro le había encargado vigilarme mientras estuve en Argentina. Me recriminó las entrevistas que concedí porque con eso había ocupado el lugar de la protagonista, Elena Anaya. También me echó en cara que yo me hubiera presentado como chica Almodóvar. También me espetó que era una vergüenza que hubiera llevado un fotógrafo al rodaje. Ahí estaba ya descompuesta, porque el fotógrafo era el periodista de Toledo al que la productora de la película dio permiso para estar durante el rodaje. No podía creer lo que me estaba diciendo. Expresé que yo ya era conocida en mi país y que al saber que había rodado con Pedro, quisieron entrevistarme. Le aclaré que yo no podía controlar lo que decía la prensa. En ese punto, la situación era surrealista».
Y como lo peor siempre está por llegar, Andrés Cuenca le dijo que la intención de Pedro era demandarla. Sin embargo, lo peor llegó cuando Andrés le soltó: «Pedro está muy enfadado conmigo. No sabes lo que has hecho. No vas a trabajar más». En este punto, Silvia se emociona: «Y eso no quedó solo en palabras porque no he vuelto a trabajar más. No volvieron a llamarme. Se ve que Pedro Almodóvar tiene mucho poder». En este punto, la actriz recuerda algo que ocurrió unos días antes: «Tendría que haberme dado cuenta de que algo no iba bien. Le compré un regalo a Pedro y fui a llevárselo a su productora pero no me dejaron pasar ni me cogieron el paquete. Era un detalle que le compré en Argentina con mucho cariño».
Contrato dudoso
Silvia Hughes cobró los días que fue al rodaje y le hicieron un contrato de figuración especial. Tiempo después se enteró de que el contrato no estaba bien: «Me informé y los abogados me dijeron que si decías una palabra, ya tenías categoría de actor. Si eres figurante, no hay texto. En mi caso, dije tres palabras en la escena. Por tanto, tendría que haber aparecido en los títulos de crédito y cobrar los derechos de imagen desde que se estrenó la película. Hace años que estoy batallando con la AISGE (Artistas Intérpretes, Entidad de Gestión de Derechos de Propiedad Intelectual) para que solucionen esto pero no me hacen caso. Me van dando largas no contestando. Estoy desesperada porque es mi dinero y quiero que me lo den».
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