El próximo mes, Hulu estrenará la miniserie “Pam & Tommy”, un relato ficticio del lanzamiento del video sexual personal de Pamela Anderson y Tommy Lee, que fue robado de su casa en 1995 y vendido en lo que entonces se llamaba “World Banda ancha.” El programa presenta la cinta como algo que ayuda a la web a volverse más convencional al apelar a las compulsiones humanas básicas: una vía de acceso a lo que se avecina.
La pandemia nos ha enviado más abajo en este agujero de conejo en busca de distracción, información, conexión, mientras tratamos de sacudir esa sensación de muerte inminente.
En un momento de “Inside”, mientras está acurrucado en posición fetal en el suelo debajo de una manta rodeada de revoltijos de cuerdas, una imagen digna de una cápsula del tiempo de la era de la pandemia, Burnham, con los ojos cerrados, reflexiona sobre el lío que estamos. volver a entrar
No sé ustedes, pero, recientemente he estado pensando que, tal vez, permitir que las gigantescas corporaciones de medios digitales exploten el drama neuroquímico de nuestros niños con fines de lucro, ya saben, tal vez eso fue una mala idea. llame por nosotros. Tal vez el aplanamiento de toda la experiencia humana subjetiva en un intercambio de valor sin vida que no beneficia a nadie, a excepción de, ya sabes, un puñado de salamandras con ojos saltones en Silicon Valley, tal vez eso como una forma de vida para siempre, tal vez eso no es bueno.
En “Don’t Look Up”, la principal “salamandra de ojos saltones”, un personaje al estilo de Steve Jobs y el tercer hombre más rico del planeta, es casi completamente responsable de permitir que el cometa choque con la Tierra; su intento de última hora de sondear la roca por billones de dólares en materiales falla. Al final, él y un puñado de tiene escapar en una nave espacial, dejando a los miles de millones restantes de los que no tienen morir.
Yuxtapuesto con Jeff Bezos, uno de los hombres más ricos de la Tierra, lanzamiento al espacio en su propio cohete el año pasado, un viaje con el telón de fondo de la devastación pandémica (y una señal pasajera en el radar cultural) está más allá de la parodia… casi.
Cerca del final de “Don’t Look Up”, el personaje de Leonardo DiCaprio, un astrónomo torpe convertido en el favorito de los medios, ofrece un emotivo monólogo. Mirando a la cámara, implora: “¿Qué nos hemos hecho a nosotros mismos? ¿Cómo lo arreglamos?” Gracioso. Nos preguntábamos lo mismo.
‘ Este Articulo puede contener información publicada por terceros, algunos detalles de este articulo fueron extraídos de la siguiente fuente: www.nytimes.com ’